El interior de la mente y del cuerpo humano son elementos enigmáticos y recurrentes en el cine.
El miedo de Alien 2, el alma humana de un robot en Terminator 2, las condiciones extremas a las que se puede someter el cuerpo como en Abyss o en las clonaciones de Avatar, las reacciones y vivencias en una situación con fecha de caducidad como en Titanic.
James Cameron también ha aprovechado estos temas para realizar sus películas y atraernos a los cines, y parece que no las va a abandonar en sus futuros proyectos.
En los 50 se estrenaba Forbidden Planet (Planeta Prohibido, 1956, Fred M. Wilcox) con un joven Leslie Nielsen (de las sagas agarralo como puedas) como protagonista serio en está película de ciencia ficción, mítica en el cine, con unos primerizos efectos especiales dignos de la época y un histórico robot «Robbie».
Diez años después llegaba Viaje Alucinante (Richard Fleischer, 1966, Fantastic Voyage) en la que un grupo de científicos se introducen en una persona, tripulando un submarino miniaturizado. Más tarde fue adaptada por Isaac Asimov en forma de libro.
Además dio origen a la comedia producida por Steven Spielberg El Chip prodigioso(Innerspace, 1987, Joe Dante) entre otras.
Estas dos películas están en la cartera de proyectos de Cameron.
Siguiendo con esta racha innovadora, Cameron quiere recrear otro hecho histórico, como ya hizo con Titanic. Ahora volverá a 1945 para recrear los últimos momentos de Iroshima y Nagashaki antes de ser destruidas con las bombas atómicas, «Nagasaki Deadline».
Y como también hizo Spielberg con La Lista de Schindler y su fundación «USC Shoah Foundation Institute», parece tener prevista una serie de documentales recogiendo el testimonio de las víctimas «The Last Train from Hiroshima: The Survivors Look Back».
No sabemos si empalmará con el nuevo proyecto de Spielberg, apunto de estrenarse, The Pacific, al estilo Hermanos de Sangre, que recrea el ataque y guerra de las tropas americanas a Japón, guerra que terminó con el lanzamiento de las bombas atómicas.
Tampoco sabemos si veremos un glóbulo blanco atacando a los espectadores o algún monstruo saliendo del planeta para comerse las palomitas de las salas 3D, pero lo que es seguro es que Cameron seguirá atrapandonos en las butacas con sus creaciones.